CRISIS:
Posiblemente la palabra más repetida y usada en los últimos tiempos. Sólo seis letras, pero sin duda, uno de los más contundentes vocablos que encontramos en el diccionario, pues si la buscamos se asocian a ella variados significados:
1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.
~ ministerial.
1. f. Situación en que se encuentra un ministerio desde el momento en que uno o varios de sus individuos han presentado la dimisión de sus cargos, hasta aquel en que se nombran las personas que han de sustituirlos.
Con la definición aclarada, si pasamos a leer un periódico, la vemos escrita en varias páginas, sin embargo, ¿alguno/a de nosotros/as se paró a contar cuántas veces aparece?, ¿a qué acepción hay que adscribirla: Crisis emocional, crisis económica, crisis política, crisis de valores…? . Seguramente no, porque la costumbre de escucharla o decirla lleva a que pase desapercibida y, sin embargo, cualquier tipo de esas “crisis” debería producir en nosotros/as sensaciones: miedo, tristeza, angustia… .
Es difícil encontrar un solo día en que la palabra crisis se ausente de nuestra vida, e imposible no relacionarla con algo malo. Pero pese a la negatividad implícita en el vocablo la crisis se puede tornar en algo bello gracias a su relación con el Arte.
En el arte, la utilización de un lenguaje simbólico no es algo nuevo, ya que el uso de símbolos ha jugado un papel importante desde las primeras representaciones de la Prehistoria. Cada movimiento artístico o cada creador ha ido aplicando una simbología determinada para reflejar la ideología de cada momento histórico, para expresar belleza, movimiento, y como no, también momentos de crisis. Existen obras de arte que reflejan esas crisis, tanto históricas/políticas (cuadros de batallas), como crisis personales (Medea; Apolo y Dafne) pero no es tan habitual que se traslade al arte de nuestros días. Dulce Anca y David de Prado se han atrevido, y lo hacen de una manera actual, personal y atrevida. Simbólica y bella, que invita a reflexionar, a identificarse con una de las diferentes crisis: sentimentales, económicas, políticas, y con alguna de las imágenes que allí se muestran. Los/as espectadores se convierten en esta muestra en fundamentales, ellos/as tienen la última palabra, con la interpretación personal que cada uno hace. Yo me identifico con Aracne en la versión de Dulce Anca, con el mito clásico tejiendo hilos contra la crisis, y que yo me atrevo a completar o interpretar, también se agarra a ellos y a su corazón del que salen. Es su modo de no hundirse y salir a flote ….
Es esta muestra otra forma distinta de enfrentarse a las crisis, más personal, quizás incluso más lúdica, pero no violenta, ni agresiva, sino didáctica y reflexiva y por encima de todo, bella.
Es difícil encontrar un solo día en que la palabra crisis se ausente de nuestra vida, e imposible no relacionarla con algo malo. Pero pese a la negatividad implícita en el vocablo la crisis se puede tornar en algo bello gracias a su relación con el Arte.
En el arte, la utilización de un lenguaje simbólico no es algo nuevo, ya que el uso de símbolos ha jugado un papel importante desde las primeras representaciones de la Prehistoria. Cada movimiento artístico o cada creador ha ido aplicando una simbología determinada para reflejar la ideología de cada momento histórico, para expresar belleza, movimiento, y como no, también momentos de crisis. Existen obras de arte que reflejan esas crisis, tanto históricas/políticas (cuadros de batallas), como crisis personales (Medea; Apolo y Dafne) pero no es tan habitual que se traslade al arte de nuestros días. Dulce Anca y David de Prado se han atrevido, y lo hacen de una manera actual, personal y atrevida. Simbólica y bella, que invita a reflexionar, a identificarse con una de las diferentes crisis: sentimentales, económicas, políticas, y con alguna de las imágenes que allí se muestran. Los/as espectadores se convierten en esta muestra en fundamentales, ellos/as tienen la última palabra, con la interpretación personal que cada uno hace. Yo me identifico con Aracne en la versión de Dulce Anca, con el mito clásico tejiendo hilos contra la crisis, y que yo me atrevo a completar o interpretar, también se agarra a ellos y a su corazón del que salen. Es su modo de no hundirse y salir a flote ….
Es esta muestra otra forma distinta de enfrentarse a las crisis, más personal, quizás incluso más lúdica, pero no violenta, ni agresiva, sino didáctica y reflexiva y por encima de todo, bella.
Dolores Villaverde docente en la Facultad de Humanidades UDC
Radiofusión
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A crise crea
Crise demográfica, crise económica e crise vital. Diso fala a exposición co-creativa "A CRISE É ARTE" de David de Prado Díez e Dulce Anca. Permanecerá no Ateneo Ferrolán ata o 31 de xullo. Dous creadores que teñen en común estar anovando todo o día, en propostas, materiais e forma de traballar. A artista fenesa Dulce Anca manifestaba en RF que as crises que se reflexan na exposición son moitas.